19 julio 2013,
Cambiamos de población y comenzamos con una de las iglesias más representativas del barroco andaluz
Entrando Antequera desde la carretera de Granada destacan la Alcazaba, la iglesia de Santa María La Mayor y el antiguo convento de los Carmelitas Descalzos, la iglesia del Carmen. Su origen es de finales del siglo XVI.
Se accede a la iglesia a través de un placita que ofrece unas magníficas vistas del rio de La Villa y parte de la Vega de Antequera. La fachada exterior bastante modesta hace que nos sorprendamos nada más entrar en la misma. Una gran nave con capillas laterales . El techo cubierto por un impresionante artesonado mudéjar de madera con predominio de formas geométricas y sin crucetas intermedias que permiten apreciar mejor la grandeza de la nave. Al frente nos atrae el gran retablo del altar mayor una de las principales insignias del barroco andaluz y español. Merece la pena sentarse en un banco y contemplar su belleza, las formas vegetales recargadas y repujadas de madera y la innumerable imagenería de ángeles y santos que recarga de forma equilibrada la pared y que acogen a la Virgen del Carmen.
Ahora podemos comenzar a centrarnos en otros elementos, las yeserías de la cúpula, el púlpito y ya podemos levantarnos y dar un recorrido por sus diferentes capillas y naves laterales, con una imagenería que no nos dejará indiferentes: La capilla de la Virgen de la Soledad, dolorosa de vestir del siglo XVIII, y al lado pequeñita, pero destacando por su modesta figura la talla de la Virgen del Socorro del siglo XV. Otra imagen procesionada y que en la actualidad se encuentra en la misma capilla, es la del Santo Entierro, sigamos nuestro recorrido por las diferentes naves , admirando las tallas y pinturas, me llaman la atención un Cristo Crucificado de gran envergadura y una talla que imita al Cristo de la Sangre del Convento de San Zoilo que aunque del siglo XIX nos traslada a la original del siglo XVI.


Por Maria Carmen Garcia Calleja